La Fremesam, en representación de las y los  funcioanari@s de APS,  no puede dejar de denunciar lo que está sucediendo en nuestros Cesfam. Nos preguntamos si la pandemia ya finalizó?.  Si es así, que se lo hagan saber al virus porque una vez más, nos han dejado solos  en esta lucha contra el covid_19.

Las largas filas para vacunarse, como exigencia para un pase de movilidad que nadie solicita o controla que se cumpla; la  falta de puntos habilitados para ello; y el enojo de los usuari@s que acuden reiteradamente para obtener su inoculación, hace que toda su molestia la viertan sobre nuestros compañeros que estoicamente dan la cara y resisten las inclemencias causadas por la presión asistencial, el clima y la mala organización gubernamental.

Debemos recordar que desde marzo de 2020 a la fecha, nos hemos hecho cargo de la pandemia pasando incluso a asumir prestaciones del nivel secundario, como son las “hospitalizaciones”, llamada por autoridad central Unidades de Observación Prolongada/UOP, de manera de que pase inadvertido para la población y no genere más frustraciones en la ciudadanía que solo  tienen  acceso a un sistema de salud pública que ha sido devastado durante muchos años.

El término del financiamiento en APS  para programas de apoyo al Covid,  ha generado una reducción del personal, sumado a  la exigencia de metas y rendimientos “normales”,  sin consideración de los aforo en los Cesfam, más  la falta de seguridad en los lugares de trabajo,  la sobrecarga emocional y el deterioro de la salud mental, nos demuestran que  somos el último eslabón en la cadena de prioridades para la autoridad sanitaria.

La desprolijidad, la inmediatez de las medidas implementadas por este Gobierno, por  sobre una organización consensuada con los Municipios que son los que finalmente conocen sus recursos, sus usuarios  y a sus funcionari@s, ameritan al menos un repudio público, sin descartar un recurso de protección para nuestros trabajadores.